20/10/07

La huella (2007)

Ya le dimos una nueva oportunidad a Kenneth Brannagh. Es lo que tiene el hacer un remake de un clásico: el riesgo es altísimo. A Kenneth Brannagh se le ha olvidado precisamente lo más importante: que La huella (1972) es un clásico. Lo que él ha hecho es algo vanguardista y políticamente correcto. Postmoderno. Ha creído que de ese modo le otorgaría un sentido propio a la copia. No es así. La película de 1972 era un extraordinario pasatiempo de angustia que duraba 136 minutos, diseñado para que el espectador contuviera la respiración hasta el límite. La versión actual es un mero tensar la cuerda para ver hasta donde aguanta. Son 85 minutos de artificio que sólo logra atrapar en contadas ocasiones. No voy a negar que la casa elegida es una pasada, que la fotografía está requetebien con tantos colorines y que hay planos como el de la foto que son originales. Pero no aporta nada.

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