12/9/07

La ciudad de los niños perdidos

Se le podría comparar con Dickens si no fuese tan retorcido; con Tim Burton si no fuera tan grotesco; con Jim Henson si no fuera tan sórdido. La ciudad de los niños perdidos podría ser un cuento infantil si no se pareciera tanto a Alien: Resurrección.
Jean-Pierre Jeunet muestra un catálogo de criaturas barrocas en el límite de la humanidad. Hay clones, enanas, siamesas, cerebros en sentido estricto, cíclopes de ojos futuristas, opiómanos, hombres sin sueños, forzudos de feria y una niña de desproporcionada precocidad. Comida y Miga. Hermanito y hermanita.
La ciudad es una mezcla entre Venecia y Sodoma, una sucesión de callejones laberínticos atravesados de escaleras, ruinas y pesadillas. En mitad de ese ambiente opresivo y angustioso Jeunet consigue que, repentinamente, brote el lirismo. El problema, creo, es que no consigue que crezca la esperanza.
No tengo ni idea de a quién se le puede recomendar esta película. No es para niños, no es para adultos, no es para gente normal. Bien, vale, de acuerdo: es para gente rara. Pero no demasiado. Ni demasiado poco. Una cosa a medio camino. Sin pasarse pero sin quedarse corto. Ya me entiendes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si te entiendo, pero a mí me pareció magnífica, diferente, poética y macabra a la vez, inspirada. ¿Qué dice eso de mí? No me ofendo, ya tengo casi asimilado eso de "gente medio rara".

Individuo Kane dijo...

Bien. Me entiendes perfectamente.
Ocurre que no sé si me gusta o no. Me gustan unas cosas. Otras no. En conjunto, no sé.
Empleas una palabra interesante: inspirada. Eso es lo que yo pensaría de Dickens, Burton y Henson. Creo que a Jeunet le falta estilo personal, un algo que consiga aunar la variedad de elementos que ofrece.
Lo de "gente medio rara" también está bien, sobre todo porque confirma que es difícil recomendarla a alguien concreto.