20/4/07

Después de la boda

Durante tres días he estado pensando cómo calificar Después de la boda. El problema reside, creo, en saber si es un culebrón magistralmente tratado con un estilo Dogma o si es una película Dogma que se ha ido de las manos hacia el culebrón.
Tiene secuencias potentes y tiene sorprendentes elipsis oportunas. Pero otras veces te deja el melodrama o el drama (difícil saberlo) ahí, sin más. Es una de esas películas en que el sentimentalismo y el drama están separados por un pelo.
Todo rueda tan fluido, tan normal que, cuando te quieres dar cuenta, la directora te ha agarrado las entrañas y te las está retorciendo. Y la gente en el cine venga a echar mano a los pañuelos.
A veces me recordaba la fuerza demoledora de Crash; otras a cualquier estupidez de las que últimamente hace Diane Keaton.
En fin, que el Dogma sigue siendo una cosa que no acabo de entender.

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