31/12/06

Recomendación fin de año

Tesoro del Amazonas es una macarrada sin pies ni cabeza deudora en buena parte de la estructura de Huida a medianoche. The Rock, Seann William Scott y Rosario Dawson no son garantía de nada. Pero es una película honrada. Quiero decir que ofrece lo que promete: buenas peleas, humor primario y unas dosis de aventurilla. The Rock es un matón a quien su jefe le pide un último trabajo: ir al Amazonas para traer de vuelta a su hijo. Allí se encuentra con un universo friqui (una mina de oro, esclavos y una guerrilla) poblada por individuos friquis: una camarera de armas tomar y, sobre todo, un aviador escocés.
La película tiene momentos tan idiotas que casi no te los puedes creer (cómo miccionar con las manos esposadas a la espalda). Me quedo con el alucinante discurso de Christopher Walken y el ratoncito Pérez.
Para una noche de encefalograma plano.
Al acabar de verla, A. me preguntó emocionado:
-¿Cuantos Oscar ganó esta película?

29/12/06

Identidad

De esta película me gusta que estén los rostros de John Cusack, Clea DuVall, Amanda Peet, Alfred Molina y Rebecca de Mornay. No me gusta que esté Ray Liotta porque incluso sus mejores momentos siempre me parecieron malos momentos. Me gusta ese terrible gordo de mirada esquiva y estrábica. Las buenas películas de terror se basan en eso, en un personaje que impacta con su sóla presencia. Véase Drácula, Frankenstein... Pero lo que más me gusta es que el guión, sin ser una idea original, logra ser críptico para muchos espectadores. En el fondo es Matrix: todo lo que vemos no es real, es algo que está en la mente de alguien. Así de sencillo. Pero tal como lo muestra Identidad hay gente que se queda tan en fuera de juego que, cuando lo descubren, les parece una novedad. Por supuesto, no ocurre sólo en esta película. Me gustaría saber por qué hay personas negadas para entender determinadas películas. Seguro que conoces a alguien del que siempre se dice que no pilla las películas, que no se entera del argumento, que hay que explicarle la historia en siete ocasiones para que sepa por dónde van los tiros. No sé si es simple pereza para concentrarse en argumentos complejos, una configuración neuronal que imposibilita la comprensión de ciertas fórmulas del lenguaje cinematográfico o una reivindicación voluntaria del cine sencillo e inmediato de los Lumière (actualmente denominado cine de explosiones de gasolineras). Por mi parte siempre celebro las películas difíciles. Excepto Primer

19/12/06

Sucre

Me ha costado bastante engancharme a Prison Break. Realmente todo el mundo sabe cómo va a acabar la serie de modo que, ¿para qué preocuparnos? Sin embargo sigo adelante con ella porque tiene detalles que merecen la pena. Ese motín de dos capítulos, por ejemplo. Hasta ahora, lo mejor de todo, es el momento en que Sucre, para armar follón, comienza a cantar Eres tú de Mocedades. Antológico.

17/12/06

Mía Sarah

Fui a ver esta película con un abundante número de prejuicios y un no menos abundante número de recomendaciones. Me gusta que se vuelva a hacer esta clase de cine en España, me gusta que la planificación y la fotografía sean como las del resto del mundo (y no la gris sordidez granulada a la que estamos acostumbrados) y unas cuantas cositas de la historia. No me gustaron nada algunos de los actores y hay que mejorar bastante la cuestión del ritmo y el montaje.
Genial, por supuesto, Fernando Fernán Gómez. Eso ya lo sabíamos.
Muy gracioso el personaje de Gabriela. Diana Palazón lo borda.
Verónica Sánchez saca partido a su carita de no haber roto un plato en su vida.
Pero si hay un personaje del que habla instintiva y espontáneamente todo el que ha visto la película es Samuel, Manuel Lozano. O más bien hablan de su pelo. Algunas personas ven el tráiler y lo primero que comentan es: vaya asco de pelo. Otros dicen que necesita un buen peinado. Otros buscan la lógica y dicen que es normal si ha estado tres años sin salir de casa. Y otros que podían haber traído un peluquero.
Yo creo que cada uno es libre de hacer lo que quiera con su cabellera.

11/12/06

Vacaciones

No es ni mejor ni peor que el resto de comedias románticas de Nancy Meyers. Es digerible, insustancial, un poquito basta, un muchísimo cursi, tontorrona, sencilla, intrascendente. Me hicieron gracia, sobre todo, los elementos ajenos propiamente a la trama: el tráiler de Lindsay Lohan y James Franco; el rojo alegre, no rojo Scorsese; la fugaz aparición de Dustin Hoffman... En definitiva, los guiños cinéfilos con los que la gente se reía a gusto y no de manera forzada porque se supone que tenías que hacerlo. Ahora bien. Por el papel que hace Kate Winslet la nomino al Oscar. El momento en que entra en la casa de Cameron Díaz, esa casa que va a ser suya durante quince días, es como un despertador. Hasta ese momento has estado viendo la película. Pero cuando la Winslet se pone las pilas y se planta a la puerta del jardín, te incorporas en la butaca y buscas una buena posición y miras y dices: aquí empieza la película. Otro momento sorprendente es su despertar: persianas arriba, música y, tumbada en la cama, usando la almohada como guitarra eléctrica, se marca un rock auténtico. La ves y sabes que se lo está tomando en serio. Y no como el rock de Cameron Díaz, minutos antes, que se mueve y salta y se agita, pero que es un baile en el que descubres la forzada pose de la actuación y no la naturalidad. Siempre es difícil que te nominen al Oscar por una comedia. Y más difícil si estás en una cosita tan discreta como ésta. Pero es Kate Winslet la que salva la película de principio a fin. Y a ratos sale Jack Black.