11/12/06

Vacaciones

No es ni mejor ni peor que el resto de comedias románticas de Nancy Meyers. Es digerible, insustancial, un poquito basta, un muchísimo cursi, tontorrona, sencilla, intrascendente. Me hicieron gracia, sobre todo, los elementos ajenos propiamente a la trama: el tráiler de Lindsay Lohan y James Franco; el rojo alegre, no rojo Scorsese; la fugaz aparición de Dustin Hoffman... En definitiva, los guiños cinéfilos con los que la gente se reía a gusto y no de manera forzada porque se supone que tenías que hacerlo. Ahora bien. Por el papel que hace Kate Winslet la nomino al Oscar. El momento en que entra en la casa de Cameron Díaz, esa casa que va a ser suya durante quince días, es como un despertador. Hasta ese momento has estado viendo la película. Pero cuando la Winslet se pone las pilas y se planta a la puerta del jardín, te incorporas en la butaca y buscas una buena posición y miras y dices: aquí empieza la película. Otro momento sorprendente es su despertar: persianas arriba, música y, tumbada en la cama, usando la almohada como guitarra eléctrica, se marca un rock auténtico. La ves y sabes que se lo está tomando en serio. Y no como el rock de Cameron Díaz, minutos antes, que se mueve y salta y se agita, pero que es un baile en el que descubres la forzada pose de la actuación y no la naturalidad. Siempre es difícil que te nominen al Oscar por una comedia. Y más difícil si estás en una cosita tan discreta como ésta. Pero es Kate Winslet la que salva la película de principio a fin. Y a ratos sale Jack Black.

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