29/9/06

Natascha McElhone

Supongo que los rasgos angulosos de su fisonomía le impiden acceder a los papeles para las chicas monas de Hollywood. Es un error que no la fichen para más películas porque basta con que su rostro se asome por la pantalla para que te quedes con el personaje. Aparece en bastantes películas y, muchas de ellas, son realmente buenas. No desentona con el reparto, que ya es decir bastante y, con frecuencia, la fuerza de su presencia roba el papel a los protagonistas. Quizá eso es otro motivo por el que la temen. En El show de Truman fue la chica que de verdad amaba a Truman, motivo por el que fue expulsada de la serie. En Ronin fue un dignísimo rival para Robert de Niro y Jean Reno. En La ciudad de los fantasmas, pésima película que dirigió Matt Dillon, lo único interesante resultaron ser los pasajes en los que aparecía ella. Lo mismo puede decirse de Solaris (la versión de Soderbergh) con un sosísimo George Clooney. De nuevo, menos mal que contaban con su presencia. Y en La última primavera ¿quién no se quedó con las ganas de que la trama se alejara de la cara flipada de Daniel Brühl y derivara hacia ella? Me parece una actriz muy reivindicable. Harían bien en suprimir Barbies y dejarle cancha a Natascha. Si algún día tengo la ocasión de echarle un vistazo a la serie Revelations (ya sé que no va muy allá), lo haré aunque sólo sea por encontrármela.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí es que me recuerda a alguien. tiene cara de mala.