6/6/06

Chicas guerreras II

Kill Bill es una de esas películas que marcan la diferencia. Notas que estás ante un director que, como Hitchcock u Orson Welles, sabe lo que quiere. Nada de “ilumíname eso” o “pon la camara ahí” o “¿tenemos alguna escena de relleno?”. Planificación, ilumación, colores, vestuario, decorados, montaje, diálogos y música están colocadas en Kill Bill con premeditación y alevosía, consiguiendo justo lo que se pretende. Cada vez siento más reticencias hacia las películas que abusan de la hemoglobina. Pero Kill Bill la usa con humor, con inteligencia, con… primor. Supongo que Tarantino, si no se cuida, acabará cayendo en el derroche y dejará coágulos en la pantalla. Pero mientras sepa distinguir entre estética y morbo, cuenta con mi complacencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

'Hostel' son coágulos en la pantalla, se ve que como productor le gustan. A mi me da más miedo la influencia que pueda ejercer en el Sofía Coppola

Individuo Kane dijo...

¡Ay, Sofia, Sofia! No había caído en eso, pero es verdad: puede dolernos.

Anónimo dijo...

No sé si seguís CSI (la genuína, la de Grissom), pero Tarantino escribió y dirigió el último episodio de la 5ª temporada (la que están echando ahora por la tele). Y no tiene desperdicio. Hasta mis padres estaban pegados al sillón... Bueno, no voy a elogiarlo más, no vaya a pasaros como a mí, que cuando me dicen que algo está muy bien muy bien muy bien, al final me suele decepcionar.