29/6/06

Alabama

Y hablando de Alabama he recordado la, por ahora, única película dirigida por Antonio Banderas. Supongo que fuimos muchos los sorprendidos por Locos en Alabama. No es que fuera una obra maestra pero sí resultaba verdaderamente original, fresca, fluida y dotada de un dinamismo sorprendente. Una de esas películas en las que no sabes qué derroteros tomará el guión en el siguiente momento y que logra no defraudarte. Melanie Griffith realizaba una interpretación bastante compleja y, en el fondo, tan dramática y triste como cómica y alegre. Me pareció que componía un personaje interesante, a la vez extravagante y cotidiano. En fin, se me ocurre que Banderas podía prodigarse más en la dirección en lugar de andar perdiendo el tiempo con chapuzas tipo El zorro 2. Parece que tiene en proyecto otro trabajo de dirección titulado El camino de los ingleses. Si tiene el mismo nivel de Locos en Alabama me doy por satisfecho.

28/6/06

El Oscar de Witherspoon

¿De verdad fue para tanto su intepretación en En la cuerda floja? Parece que los americanos no pueden pasar sin tener una chica simpática, sencilla y natural en la que se puedan proyectar. La novia de Ámerica, llaman a esa figura. Desde Mary Pickford hasta Meg Ryan ha habido unas cuantas. Actualmente, dicho papel lo representa Reese Witherspoon y no puedo entenderlo. No vi ninguna de las dos partes de Una rubia muy legal. Lo primero que vi de ella, creo que fue Sweet Home Alabama. Y me pareció una película tan pobre, tan flojita, con tan poca fuerza, que la protagonista casi me pasó hasta desapercibida. Desde luego no habría apostado un céntimo a que un día ganaría el Oscar. Me agotaban tantos tópicos juntos. Hasta Reese Witherspoon me pareció un tópico en sí misma. Quizá me pesa demasiado esa primera impresión, pero el Oscar me pareció... excesivo.

27/6/06

Antimetafísica

El recorrido cinematográfico de Jaume Balagueró me asombra. Normalmente, un joven director de cine realiza una cinta sorpresa, pequeña pero de calidad, que le da a conocer. A partir de ahí, logra producciones de más envergadura. Balagueró ha seguido el camino contrario: sabe vender bien y, cuando ha logrado entrar con fuerza en el mercado estadounidense empieza a mejorar poquito a poco. No hablaré de aquel documental por encargo sobre Operación Triunfo porque se aprecia que fue eso: una cosita por encargo. Pero es llamativo el éxito de Darkness, una peli de terror con más agujeros que el coche de Bonnie & Clide y con menos ritmo que un caracol sordo. Balagueró consiguió arrasar en Italia y ser uno de los directores más taquilleros de Estados Unidos durante unas cuantas semanas. Y, encima, la película acababa mal. El final más antimetafísico que he visto en mi vida. Todavía no entiendo cómo lo hizo. Bueno, el marketing y todo eso… Anna Paquin andaba por allí y creo que fue lo mejor.

26/6/06

Final feliz

Las películas de Woody Allen me gustan, sobre todo, cuando actúa él. Cuando busca sustitutos capaces de acaparar su hipocondría y sus neurosis, no logra tan buenos resultados. Esos seres tartamudeantes, perplejos, absolutamente surrealistas, le son tan propios como Charlot a Charlie Chaplin. De igual modo que no concebiríamos a otra persona interpretando a Charlot, Woody Allen es quien mejor hace de Woody Allen. Quizá, por eso y porque me reí con ganas, de sus últimas producciones, me quedo con Un final made in Hollywood. Divertida hasta la hilaridad. Woody Allen se ríe de sí mismo, de ser un incomprendido en Hollywood, de ser admirado en Francia. Y, además, como todos los actores son mejores en sus manos, Téa Leoni está sensacional. La ceguera, el director de fotografía chino, el hijo inesperado (para el espectador) y un montón de diálogos ingeniosos (la fiebre del olmo) dejan uno de los guiones más ingeniosos y originales que Woody Allen ha fabricado en los últimos años. El final, made in Hollywood, es una maravilla.

25/6/06

Temprano encasillamiento

El niño que aparece en la foto es Cameron Bright. La foto de la izquierda pertenece a X-Men: La decisión final. La foto de la derecha pertenece a Ultravioleta. En ambos casos el niño lleva en sus genes un virus que puede resultar nefasto para una buena parte de la población. En ambos casos todo el mundo se pelea por tenerle en sus manos. En ambos casos son mujeres quienes le rescatan. Y en ambos casos parece que han tratado de ahorrar dinero con su vestuario, como si el uniforme le valiera de una película para otra con sólo unos cuantos arreglillos. No he visto Ultravioleta porque he leído críticas que la ponen de vuelta y media. Pero como me tira la ciencia-ficción, si alguien la ve, agradecería un informe algo más concreto. Mientras tanto a Cameron Bright le llamaré expendevirus.

24/6/06

Nicole Kidman

Mañana se nos casa por lo católico. Contrae contra Keith Urban. Mira que ha hecho películas bodrio esta señora. Pero como tiene otra colección de actuaciones deslumbrantes no queda más remedio que situarla entre las grandes actrices. Le falta la capacidad todoterreno de Katharine Hepburn, a la que lo mismo le daba el drama, la comedia o cualquiera de los espacios intermedios o externos. Nicole Kidman se ha peleado con la comedia buscando un papel que le hiciera merecedora de reconocimiento en ese género pero, de momento, no parece haber encontrado su sitio o, quizá, los guiones que escogía no daban para más. Supongo que nadie duda de que su separación de Tom Cruise le ha resultado enormemente beneficiosa en el aspecto cinematográfico. Le deseo suerte también con su futuro maridito. A ver si duran.

22/6/06

La sociedad del miedo

Me resulta difícil hablar de El bosque porque parece inabarcable. No hay que darle vueltas. Es una metáfora sembrada de metáforas. Si le buscas las vueltas, bien, acabarás encontrando agujeros del mismo modo que se los puedes encontrar a Caperucita Roja: ¿cómo es posible que hable el lobo? ¿no podía haber ido Caperucita armada con una buena 9 mm Parabellum o, al menos, una Beretta? Es un cuento y hay que entenderlo como tal. Si uno se plantea la historia como algo real es absurdo, totalmente de acuerdo. Pero aquí Shyamalan quiere hablar del miedo. Sólo eso. Miedo al dolor, a la muerte, a los demás, a la sociedad, a uno mismo. Miedo a cambiar de vida, miedo a volver a empezar. Miedo a ser humano. Para ello utiliza el miedo a los monstruos que, a la larga, se acaba revelando como lo menos importante. Aquí sí que Shyamalan retuerce el género del terror hasta límites insospechados. Y Lucius, el tímido, resulta ser el más valiente. Y Ivy, la ciega, es la que mejor ve. Y Noah, el loco, es quien mejor conoce cómo es la naturaleza humana. Y Edward y Alice, que guían al pueblo, son los más desconectados de la realidad. Los que tienen vista guían a los ciegos, pero debería ser al revés. Una escena violenta, tremendamente impactante, con una economía de medios alucinante y planificada de un modo absolutamente innovador. Una escena romántica en la que la cámara se aparta para no violar la intimidad y de la que tengo que copiar la frase: ¿De qué sirve que te diga que no dejo de pensar en ti desde que me despierto? ¿De qué sirve que te diga que a veces no puedo pensar con claridad, ni hacer bien mi trabajo como es debido? Explícame qué gano diciéndote que únicamente siento miedo, como los demás, cuando pienso que pueden hacerte daño. Esa es la razón por la que estoy en este porche Ivy Walker. Temo por tu seguridad por encima de todo. Y sí: bailaré contigo en nuestra noche de bodas. Múltiples planos en los que vemos a la gente de espaldas. No es habitual. No es habitual escuchar a masas de gente que están de espaldas. Somos uno más. Un personaje más de ese pueblo con miedo. Movemos la cabeza (se mueve la cámara por nosotros) sobre los hombros de quienes están delante para satisfacer nuestra curiosidad pueblerina o el ansia de información. Al final no sé si es terror, drama, crítica social, ensayo antropológico… Ya ni sé cuántas veces la he visto. Si no me atrapa con el entierro inicial, me atrapa cuando esas dos chicas barren bailando el porche y, si no, cuando todo el pueblo se sienta a comer. Nunca había visto una campiña tan bucólica y tan siniestra. Y no me refiero a los monstruos, sino a la necedad humana. ¿Se puede ser tan estúpido viviendo en un lugar tan hermoso? Sí: somos así. Muchos interpretan la película como una crítica a la sociedad americana post-11S. Totalmente de acuerdo. Pero viniendo de quien viene, un director indio que conoce muy bien la situación, creo que también es una crítica al Islam. De cualquiera de estas cosas se podría hablar mucho. Si escribo esta entrada otro día lo precioso me parecerá la neblina en la noche, Noah vestido de monstruo a espaldas de Ivy, el increíble impacto de una repentina sirena de policía. Hoy me quedó con la secuencia del baile.

21/6/06

¿Quién nos protege?

Desde el punto de vista de los superhéroes El protegido plantea una innovación. Es un tópico de los cómics y películas el planteamiento de la transferencia de poder: las personas humanas contemplamos a los superhéroes como unos seres que están ahí para protegernos o para fastidiarnos, nos ayudan o nos muestran la poca cosa que somos. Y de ahí arrancan las variantes de superhéroes en sentido estricto de la palabra y los mutantes. La cuestión es que Shyamalan, en El protegido, plantea una nueva posibilidad: la del individuo que no quiere admitir que tiene superpoderes. Se niega en redondo a considerar tal posibilidad. En el sentido cinematográfico la película tiene otros pequeños logros en el manejo de la cámara y en el montaje. Desde un punto de vista subjetivo (personal), la escena en que el niño se dispone a disparar a su padre para demostrarle que es un superhéroe, me pareció una de las escenas dramáticas más logradas que he visto en mi vida: por lo inesperado y por la contundencia. Pero lo mejor es su tramo final. Creo que no hay otra película, desde que se inventó el cine sonoro, que explique tantas cosas sin necesidad de diálogos. Es francamente sorprendente lo poco que se habla en su parte final y la cantidad de cosas que va contando sólo con imágenes. Eso es cine: contar con imágenes. Son unos tres cuartos de hora casi de cine mudo. Bruce Willis no dice ni mu pero va percibiendo quién es. Ahora no me digas que no es cine mudo, que hay por ahí gente hablando, que se oyen cosas por megafonía, etc. Lo que quiero decir es esto: la historia la cuentan las imágenes, las expresiones, los gestos, los rostros. Las palabras son innecesarias, apoyan la imagen pero sólo eso.

20/6/06

Más sentidos

El sexto sentido dio un vuelco al cine de terror y a las películas con final sorpresa. El problema es que fue tan buena en sus dos facetas que, a partir de entonces, el público mayoritario esperaba siempre eso de Shyamalan. Y ése no era su objetivo. Su objetivo es cambiar la estructura de los géneros cinematográficos, observarlos desde una nueva perspectiva. Griffith inventó el lenguaje cinematográfico. Luego, de cuando en cuando, aparecen un Orson Welles o un Hitchcock que inventan metáforas, adjetivos, nuevos verbos. Es decir: nuevos modos de expresar el transcurso del tiempo, nuevos modos de mover la cámara, de planificar, de montar. Shyamalan se dedica a revolver los géneros poniéndolos patas arriba, rompiendo las fronteras entre ellos. El sexto sentido es terror, El protegido es superhéroes, Señales es extraterrestres, El bosque es leyenda y Lady in the water parece que trata el tema de las hadas en el sentido anglosajón: el mundo feérico. Señales es la más floja porque no consigue ese objetivo de trastocar el género. El bosque, en mi opinión, es la que mejor lo logra. Y El protegido, pese a estar infravalorada, me parece que posee unos méritos increíbles.

19/6/06

Los muertos se levantan

Debo decir que era consciente de ser un poco provocador. Pero también voy a tratar de sustentar la afirmación en las siguientes entradas. Lo siguiente es un ejemplo para ilustrar lo anterior acerca del nivel de sugerencia personal, es decir, subjetiva. Hay un relato corto de Ray Bradbury cuyo nombre no recuerdo y que ojalá cayera en las manos de Tim Burton para sacar de allí un peliculón. Fíjate: Una escena de El sexto sentido me evocó un relato de Bradbury que me gustaría que adaptara Tim Burton. Curioso, ¿no? El relato es sobre el último muerto. Porque la muerte no está bien vista en la Tierra y hay que eliminar cualquier cosa que nos pueda recordar tan horrenda realidad. Así que los vivos deciden en su vacua felicidad destruir los cementerios, quemar cadáveres, expulsarlos a la oscura galaxia. Pero el último muerto tiene sus propias opiniones, concluye que a él no le hacen eso, se levanta y comienza su huida.

18/6/06

El más grande

En breve llegará Lady in the Water, y ésta es una excelente ocasión para decir algunas cosas acerca del mejor director de cine en activo de la actualidad. Señoras y señores, con todos ustedes M. Night Shyamalan. (Un aplauso, por favor, si nadie te está mirando). Bueno, quizá no sea el mejor en un sentido plenamente objetivo y científico, pero es el que a mí más me gusta. Es el que más sugerencias, evocaciones y relaciones me provoca a 24 fotogramas por segundo. Yo veo El sexto sentido y no es sólo la película. Veo allí relatos de Bradbury, de Edgard Allan Poe, recuerdos personales… Todo ello a una sucesión de vértigo. Y ahora la vuelvo a ver y ha crecido: me recuerda, por ejemplo a Ocean´s Twelve y al plasta de Matt Damon dando la paliza a Bruce Willis con eso de: Yo adiviné el final.

17/6/06

Los niños perdidos

El principal ejemplar, por supuesto, es Macaulay Culkin aunque su caso sea especial. Digamos que se trató de una eutanasia profesional. Después de quedarse Solo en casa ficticiamente en un par de ocasiones, lo hizo realmente cuando creció. No me interesa mucho la rumorología interna ni los cotilleos porque es probable que el chico no diese para más. Quiero decir, que era un rubito gracioso para hacer de chaval travieso pero acaso las cámaras no podían sacar más de él. Hizo algunas otras apariciones en películas extravagantes y por ahí anda. Me refiero más bien a casos como los de Haley Joel Osment, a punto de conseguir un Oscar, o el de Anna Paquin, que lo consiguió. ¿Es cierto que Hollywood no aprovecha a sus estrellas o es que realmente no hay guiones buenos para todos?

15/6/06

Otro papá

Jack Black ha sido papá. Para darle la enhorabuena cumpliremos otra promesa que tenía pendiente: hablar de School of Rock. Me encanta porque pone patas arriba a El club de los poetas muertos, El club de los Emperadores, Los chicos del coro y toda esa morralla utópica sobre la educación. Entiendo que todas esas gusten. Mientras las ves te hacen tilín. Pero School of Rock se sale. Los niños no necesitan ser reformados: son buenecitos, pijos, educados, responsables. El que necesitaría ser reformado es ese jeta impresentable que se hace pasar por profesor. Y al final es lo mismo: piensa por ti mismo, busca lo que quieres. No es necesario que te guste el rock. Sólo hace falta darse cuenta de que hay otras alternativas a las pelis educativas, otras alternativas a las comedias románticas y otras alternativas al humor. Y, por si fuera poco, Joan Cusack como directora del colegio hace una interpretación sencillamente descomunal.

14/6/06

Otra tesis

A estas alturas puedo afirmar que Lost pasa a formar parte de las múltiples tesis doctorales que nunca haré*. Es decir: me apasiona tanto el tema que podría hacer una pero no lo hago por desprecio a la Universidad. Es verdad que Lost tiene aventura, emoción, intriga, buen guión, personajes con carácter... Todo eso por separado sería interesante. Junto, es para darle nota alta. Pero ha sido hoy, al ver a Danielle encabezando la marcha para ir a la Roca Negra, cuando he caído en la cuenta de lo que me motiva de un modo elemental: la misma sensación de sorpresa y misterio que debió sentir el primer homo pensante cuando supo que podía controlar el fuego. ¿No sientes algo así? *Otras tesis doctorales que no haré: El cantar de los cantares y Tom Bombadil y Chesterton: la paradoja encarnada en 130 kilos de peso.

12/6/06

Verdades objetivas

Lo fascinante del personaje de Locke es su capacidad para hacer que nos cuestionemos el significado de muchas cosas a las que consideramos verdades objetivas. Y uno concluye que verdades objetivas hay pocas. Muchas menos todavía si entra de por medio la subjetividad humana. Todo el mundo consideraría que un accidente de aviación, quedarse perdidos en una isla siniestra, puede denominarse sin ningún género de duda una catástrofe: una verdad incuestionable. Pero la situación, para Locke, es su sueño dorado, su destino, justo lo que quería tener. Está cumpliendo sus sueños de aventura y además la gente le hace caso. Y más interesante aún: le comprendemos a él y comprendemos a los demás, entendemos que él disfrute de la situación y que los demás la odien. La cuestión es si Locke, cuando vuelva (si es que vuelve), será capaz de adaptarse y aceptar felizmente que su aventura ha terminado. Tremendo.

10/6/06

Johnny Guitar

Es uno de mis westerns favoritos, justo detrás de los grandes de John Ford. Nicholas Ray lo dirigió un año antes que Rebelde sin causa y creo que Johnny Guitar tiene más valor: la estructura y los contenidos de Rebelde sin causa imitaban los de Johnny Guitar. En los comienzos de ambas hay un montaje triple en paralelo que te presenta a los personajes y te produce desconcierto. Y ambas acaban con una muerte sin sentido que, tras producirse, todo el mundo sabe cómo se habría podido evitar. Joan Crawford se llamaba Vienna, era la más dura del barrio, quería montar un casino, estaba a punto de ser quemada, ahorcada y tiroteada y acababa enfrentándose en duelo con otra mujer. Le acompañaba un tal Johnny que decía frases como Nunca le doy la mano a un pistolero zurdo. Ahora sólo falta que a alguien se la ocurra la idea genial de reeditarla en DVD.

9/6/06

Rebelde sin causa

Al igual que Picnic, se estrenó en 1955. Y me parece significatico porque ambas describen muy bien el modo de vida americano: su ingenuidad, su felicidad, su puritanismo y los dramas que quieren ignorar. América vivía bien tras la posguerra pero Joshua Logan y Nicholas Ray anunciaban con estas películas que eso se iba a acabar antes o después. Tengo una teoría respecto a Rebelde sin causa y James Dean. Opino que si James Dean llegó a ser lo que era, se debía a Natalie Wood. Porque, demonios, si Natalie Wood, tan guapísima ella, se enamoraba de James Dean, ¿cómo no iban a querer ser todos los chicos como James Dean? ¿cómo no iban a querer todas las chicas a James Dean si le gustaba a Natalie Wood? Sería necesario un estudio de semiótica para averiguar la cantidad de información de una película tan icónica. Digan lo que digan, pienso que podría haber habido otro protagonista masculino pero Natalie Wood era irremplazable.

8/6/06

Picnic

Si esta película la veo ahora por primera vez no me causaría el mismo efecto y, quizá, incluso la tacharía de un tanto ñoña aunque sigue siendo una gran película. Pero la vi siendo un adolescente y, la verdad, me impactó. Estamos en un pueblecito de Kansas y los lugareños se preparan para celebrar un picnic, elegir a la reina de la fiesta y pasar un feliz día de campo. Kim Novak, la chica guapa, esta comprometida con Cliff Robertson, el joven rico del pueblo. Entonces aparece William Holden, un trotamundos, para pedir trabajo a su amigo Cliff. Pero durante el picnic, William Holden y Kim Novak se enamoran. El costumbrismo local es sugerente, la galería de personajes encantadora (sobre todo Susan Strasberg, la hermana adolescente de Kim Novak) y la tensión que se genera un lujo. Sobre todo porque el espectador percibe lo que sucede mientras los protagonistas se dan cuenta demasiado tarde, cuando todo estalla. Es posible que a sus 73 años Kim Novak haya tirado la toalla. No sé cómo anda de salud. Pero hace mucho que no aparece en las pantallas y, a veces, la echo de menos.

7/6/06

Chicas guerreras III

Imagino que para degustar Azumi por completo es preciso poseer mentalidad oriental. Y, aunque uno no llegue a tanto, es fácil percibir la elegancia formal con que se nos presenta esta historia de venganza incierta. El doblaje es uno de esos que justifican la pena de muerte. Una vez que uno logra abstraerse de él, puede entrar de lleno a disfrutar cada una de las escenas para acabar exclamando como el malo de la peli: ¡Esta chica me encanta!. El director tiene que aprender a dominar sus descubrimientos técnicos para no repetirse (esa cámara de 360º girando de arriba abajo alrededor de un tablón). Pero efectos dramáticos como el del inicio (los 10 compañeros agrupándose con su mejor amigo) son momentos que no tienen desperdicio. Y el final, por supuesto, exagerado, desmedido, enormemente cruento y con un malo tan magnífico como colofón.

6/6/06

Chicas guerreras II

Kill Bill es una de esas películas que marcan la diferencia. Notas que estás ante un director que, como Hitchcock u Orson Welles, sabe lo que quiere. Nada de “ilumíname eso” o “pon la camara ahí” o “¿tenemos alguna escena de relleno?”. Planificación, ilumación, colores, vestuario, decorados, montaje, diálogos y música están colocadas en Kill Bill con premeditación y alevosía, consiguiendo justo lo que se pretende. Cada vez siento más reticencias hacia las películas que abusan de la hemoglobina. Pero Kill Bill la usa con humor, con inteligencia, con… primor. Supongo que Tarantino, si no se cuida, acabará cayendo en el derroche y dejará coágulos en la pantalla. Pero mientras sepa distinguir entre estética y morbo, cuenta con mi complacencia.

5/6/06

Chicas guerreras I

Dicen algunos que no les gustan las chicas peleonas en el cine, que se trata de un intento de inducir a las mujeres a actitudes que no les son propias, que la violencia es ajena a la feminidad. Y dicen otros que ya iba siendo hora de que las chicas se pusieran a repartir estopa, que qué era eso de que se quedasen mirando mientras al galán lo inflaban a mamporros, que se tenía que notar la igualdad de sexos también en eso. Como siempre, estas cosas me parecen un debate inútil. Lo importante es la calidad cinematográfica independientemente de la sexualidad, profesión o gustos gastronómicos del protagonista. Me quito el sombrero ante Kill Bill y Alien. Disfruto enormemente con Azumi. Tolero las confusas Elektra (del mismo modo que soporté Daredevil) y Resident Evil. No deberían haberse hecho nunca Tomb Raider, Aeon Flux y, por los resultados en EEUU, tampoco Ultraviolet, de próximo estreno. ¿Chicas guerreras? Como en todo, hay de todo.

4/6/06

Cumpliendo una promesa

Por si no estás puesto en el tema hay que decir que el supuesto autor de Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket es Lemony Snicket, que en realidad se llama Daniel Handler. La colección se compone de 13 libros de 13 capítulos cada uno. De momento sólo he leído 6. Lemony Snicket es un individuo que se siente acosado y perseguido mientras investiga la vida de los desgraciados huérfanos Baudelaire. Poco a poco vamos sabiendo datos de la vida del autor. Por ejemplo, que estuvo enamorado de una tal Beatrice, que ella se casó con otro y que el asunto finalizó, por supuesto, luctuosamente. (Aquí se podrían hacer tantas elucubraciones como con Lost. Las hay muy buenas. Por ejemplo, J. cree que Beatrice pudo ser la madre de los desafortunados huérfanos Baudelaire). Y aquí están, como prometí en una entrada anterior, las seis dedicatorias de los seis libros que conozco. Mi preferida es la quinta. Para Beatrice. Querida, encantadora, muerta. Para Beatrice. Mi amor por ti vivirá para siempre. Tú, sin embargo, no lo hiciste. Para Beatrice. Desearía fervientemente que estuvieras viva y bien. Para Beatrice. Mi amor voló como una mariposa hasta que la muerte se abatió sobre él como un murciélago. Como la poetisa Emma Montana McElroy dijo: «Esto es el fin de aquello». Para Beatrice. Siempre estarás en mi corazón, en mi mente y en tu sepulcro. Para Beatrice. Cuando nos conocimos, empezó mi vida. Poco después, terminó la tuya.

3/6/06

Tres tristes trozos de un avión

Pues sí, también he caído en Lost. Llevo 12 capítulos. Me presionaron tanto para verla, me hablaron tanto de sus flash-back, me sentía tan excluido de algunos círculos de conversación, que días antes de empezar a verla ya soñaba con ella. Cuando empezó el sueño no sabía que era Lost. Un niño de 8 años era el protagonista de la escena. Un día de barbacoas en chaletucos yanquis, todos los nenes de la urbanización revoloteando por allí, los papis hablando de esto y aquello. En cierto momento, al niño, su padre le regalaba un billete de avión. Y, de pronto, primer plano, sus dedos se hacían adultos y veíamos ese mismo billete, arrugado y descolorido, porque han pasado muchos años. El niño es un hombre y está en una isla con un avión destrozado a sus espaldas. Pero sigue conservando aquel otro billete de avión que le regaló su padre. ¡Eh, Abrams! ¿Me compras la idea?

2/6/06

Fortea

Y llegados a este punto, ¿quién puede resistirse a saber algo más? Una búsqueda rápida nos lleva a la página web del padre Fortea, el exorcista de Madrid: aquí . Merece la pena echarle un vistazo a algunos de los apartados. No voy a decirte que leas el sermonario pero las entrevistas son bastante… singulares. Supongo que hay que ser así de peculiar para dedicarse a ese trabajo.¿Todavía quieres más? Pues atención a esto: agárrate.

1/6/06

Erin Bruner

El papel de Laura Linney en El exorcismo de Emily Rose es el que más me gusta. No creo que importe mucho su agnosticismo. Lo interesante es que se da de bruces con un aspecto de la vida en el que nunca se había visto implicada. Sus reacciones son coherentes. Supongo que es indiferente si eres creyente, ateo o agnóstico. Eres abogado y de pronto tienes que defender a un exorcista: ¿de qué va eso?, ¿cómo se come?, ¿realmente pasan esas cosas?, ¿por dónde empiezo a defender el caso?, ¿hay sentencias anteriores? Pero sobre todo, lo más interesante y, a mi juicio, una inteligente decisión del director, es la presencia flotante del juicio anterior. Erin Bruner contempla el mal de forma distinta a como lo ha hecho hasta entonces. Porque los crímenes dejan de ser casos para convertirse en verdades objetivas.