28/5/06

Menuda joya

Un ejemplo excelente de todo lo que odio en el cine, de lo que creo que no es cine, lo representa La joya de la familia: doctrinal, sentimental, políticamente correcta, todo el mundo es bueno. La campaña publicitaria la ofrecía como rompedora y transgresora, la presentaba como una visión ácida de la familia de clase media americana. Y, mira tú por dónde, en realidad era una muestra de escandaloso adoctrinamiento moralizante: amor interracial gay, cambios de novia de la noche a la mañana porque la hermana de ella te hizo tilín, heroica capacidad estoica de soportar la enfermedad, amor libre, lo importante es que nos queramos, qué bonita la Navidad en familia, échate unas risas. Creo que es la única película que he visto en que no hay nada, absolutamente nada racional. Nada en qué apoyar las relaciones entre las personas. Todo es blando, amorfo, siniestramente caritativo. Todos gozan de una traumática felicidad. Si yo tuviese una familia así me quemaría a lo bonzo. Hasta la protagonista lo dice al ver la joya: ¿sólo esto? Pues sí. No había nada más. Repugnante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que yo de verdad no entendí es por qué no querían a Sarah J Parker como novia para el hermano mayor y sí para el mediano.

Individuo Kane dijo...

¿No te fijaste que tenía cara de tonto?
Esa era la cuestión: no hay nada racional en esa peli.